¡Nos necesitamos!
En dos platos: NOS NECESITAMOS.
Hace unos años me leí un libro que llegó a mis manos como un regalo de una “total desconocida” que pidió mi celular a una conocida y terminamos conociéndonos personalmente unas semanas después. Resulta que tenemos mucho en común y creemos en el poder que tenemos cada una de nosotras -las mujeres- y también de cuáles son las luchas y necesidades principales que nos unen. Al final de la conversación, ella me regaló un libro que me ha regalado momentos de conexión conmigo misma y hasta he llorado en partes -pa´variar- porque me he identificado mucho con mil cosas que yo he vivido…. ¡Gracias Ana Marcela por buscarme! Nuestra conversación fue un regalo y el libro que me diste me ha conmovido de muchas maneras.
Y por eso, quiero compartir con vos los Hábitos que describe el libro y que son tan básicos y necesarios, pero que a veces los dejamos de lado total o parcialmente. Nos hemos dejado de últimas en la lista en muchas cosas y eso… nos pasa la factura.
EL HÁBITO DE “CUIDAR LAS BUENAS AMISTADES”
Las amigas son una NECESIDAD, no un lujo. Pero muchas, a raíz de la maternidad, nos hemos aislado o nos hemos alejado temporalmente. Estamos viviendo tantas emociones y sentimientos a la misma vez que a veces dejamos de lado esos ratitos con amigas que tanto queríamos y disfrutábamos…. Pero, muchas veces, no ha sido la maternidad la que nos mantiene alejadas. El mundo va a mil por hora y sacamos tiempo para cosas “urgentes” pero no necesariamente para las cosas realmente “importantes” para nosotras.
Las amigas nos ayudan a seguir adelante en medio del tumulto emocional que es ser mamá. En medio de todo lo que vivimos con nuestros hijos, con nuestras parejas, con nuestros trabajos, con nuestra propia esencia…. Con tanto cuestionamiento y tanto cambio. Con días que nos sentimos las Mega Powermoms y otros días que nos sentimos insuficientes y sentimos que, a pesar de no parar, estamos quedando pésimo por todo lado… ¿Cómo no conversar esas cosas?
AMIGAS VIEJAS Y NUEVAS
Hay amigas de toda la vida y hay amigas que vamos conociendo de la vida y, algunas, se vuelven como hermanas. Cada amistad verdadera nos trae algo diferente. Hay amigas que nos dan calma, otras que nos suben la energía y nos hacen reír demasiado, otras con las que compartimos lo más íntimo, otras que son amigas para tomarse un trago, otra que nos hace ver todo el poder en lo que ya tenemos y no en lo que pensamos “nos hace falta”.
LA VULNERABILIDAD, ¿ADÓNDE QUEDÓ?
Entre tanto corre corre no nos damos cuenta pero hemos levantado nuestros muros de defensa y ya no buscamos esos espacios para contarle a una amiga algo que nos tiene angustiadas o preocupadas. Esos ratitos de conexión con amigas, nos ayudan a bajar la guardia y seguir manteniéndonos vulnerables. Ser vulnerable no es ser débil. Somos seres relacionales. Nos desarrollamos amando y sintiéndonos amadas, cuando nos sentimos escuchadas y comprendidas. Eso sí… sin hacernos las víctimas.
Yo por ejemplo, tiendo a guardarme mucho mis cosas personales, siento que todo lo puedo manejar súper bien (hasta que me doy cuenta que me estoy bajando el tarro de Nutella en las noches… y digo… pucha tengo x tema que me está poniendo ansiosa.) Y un día de éstos, decidí compartir unos temas con una amiga cercana y me sentí liberada. Me escucharon, me validaron lo que yo sentía, sentí como que me quité una piedra del pecho… y salí más tranquila y relajada.
Busquemos vernos con esas amigas que sabemos que realmente están ahí para nosotras. Para escuchar -sin juzgar- nuestra situación y nuestras decisiones. Simplemente que estén ahí para que compartan con nosotros nuestras alegrías y nuestras luchas. Sepamos a qué amiga llamar para qué… Hay unas que escuchan mejor… otras que sabemos nos van a subir el ánimo rapidito, otras que sabemos que, a la hora que sea, nos van a atender la llamada y otras que se apuntan al vinito ipso facto.
Es duro cuando elegimos llevar todas nuestras cargas solitas. La soledad nos oprime el corazón de formas que no nos imaginamos. Y como cualquier fuego… si a la amistad le dejamos de echar “Chispa”, se va apagando. Por eso… a meterle chispa, periódico, vientico, paja, palitos, alcohol… lo que se ocupe para mantener el fuego de la amistad prendido siempre. Porque así como queremos que estén ahí para nosotras, así tenemos que estar nosotras para ellas. Pilas y dispuestas a escuchar y apoyar. Para eso son las amigas.
EL RETO #nosvemosporquenosvemos
No retrasemos la cita, la visita, el café, el vinito. Busquemos y agendemos esos ratos como si fueran otra reunión importante. Es como pasar por la gasolinera por gas. El carro no va a andar sin Gas o Diesel… igual nosotras. Hacer esa parada con nuestras amigas es básico. Vernos con nuestras amigas es SALUD MENTAL.
De ahora en adelante, el reto es vernos más. Agendalo de una vez. NOS NECESITAMOS. #nosvemosporquenosvemos Usá el hashtag si querés. Es una forma de forzarnos y dejar de aplazar esos ratitos que taaanto nos regalan.
Así que mi invitación para vos es que, de hoy en adelante, quedá con esa(s) amiga (s) para ponerse al día, para verse, para escucharse, para reírse, para nutrirse, para recargarse… para saber que estamos acompañadas en éste viaje y que TODO VA A ESTAR BIEN.