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Construir Obras vs SER "LA OBRA"

CONSTRUIR OBRAS VS SER LA OBRA

-Verdades y Aprendizajes sobre nuestros Procesos-

 

Nosotras nos construimos a nosotras mismas. Bloque a bloque, experiencia a experiencia, aprendizaje a aprendizaje, momento a momento. ¿O no?

 

Mis últimos quince meses han sido evidenciar la construcción de nuestro hogar. No solo nuestra casa. Nuestro hogar.

 

Y este proceso me ha enseñado muchas cosas y estoy segura que te vas a poder relacionar con una o con casi todas.

 

Nosotras también somos una obra en proceso.

 

La primera cosa que puedo decirte es que hay una enorme diferencia entre la construcción de una casa y nuestra construcción personal. Es una diferencia clave.

 

La construcción de un hogar se visualiza primero en planos y, con el paso del tiempo, se materializa la obra.  Nosotras ya somos la obra completa. ¡O sea, ya estamos materializadas! Nuestra construcción es un poco más al estilo escultor donde el tiempo, las experiencias, nuestros desiertos y nuestras alegrías nos van moldeando. Ya somos una obra de arte. Solo que nuestro camino de vida se trata de ir quitando los excesos con el trabajo interno para dejarla mostrar. Hay gente que elige no esculpir ni papa… y ahí es donde toda la música queda bien guardadita dentro de todas esas capas. Eso tiene un precio muy alto.

 

Tanto nosotras como las construcciones de proyectos allá afuera, siempre estamos en constante cambio y ajuste.  Aunque la obra esté terminada, siempre hay algo que mejorar, algo nuevo que hacerle, un nuevo accesorio para complementar, una nueva experiencia que queremos sentir.

 

Como en nuestros propios caminos, hay cosas que podemos controlar y otras que no. Y no pasa nada. Podemos siempre optar por enfocarnos y poner nuestra energía en lo que sí podemos hacer nosotras y no quedarnos pegadas en lo que no está pasando o no ha podido ser aún. Todo tiene su tiempo.

 

También aprendí que no todo tiene que ser nuevo o a la medida.  Este proceso me ha puesto a reutilizar cada mueble, cada adorno, cada paño, cada cosita que ya teníamos.  A veces creemos que casa nueva tiene que tener todo nuevo y no.  Lo viejo es importante y podemos darle un cambio de look y parece nuevo.  Yo por mi parte, pinté varios llavines en negro (si me seguís en IG ahí posteé varios de mis proyectos Do it Yourself)… que se ven lindos sí… que se les medio está quitando la pintura también. Jajaja, pero ahí está mi huella.   También pinté una lámpara con base plateada y la pinté en blanco y se ve lindísima puesta.  Solo un ojo muy detallista vería que no está “perfecta”.  ¿Y cuántas veces nosotras vamos corriendo en busca de nuevas certificaciones, títulos, etc. y nos olvidamos de darle un toque a todo lo que ya tenemos?  Lo que ya tenemos es lo más valioso.  Algo nuevo solo viene a complementar todo lo que ya somos.   ¿Has estado ahí donde sentís que necesitás otra certificación, otra maestría, otra cosa para sentirte más valorada?  Ponete a pensar… ya tenés todo… tal vez es solo cuestión de hacer un pequeño make over a todo eso “viejo” que ya tenés y que se sienta nuevo y fresco.  Porque tenemos la capacidad de reinventarnos y poner esa creatividad a trabajar. Los toques finales siempre son nuestros. Ahí está nuestra esencia. Quién somos.  Esa es la cereza en el pastel.

 

 

NADA está escrito en piedra. Ni aunque esté en los planos. De camino nos dimos cuenta de varias cosas que las queríamos distintas. Que ciertos colores o ciertos espacios queríamos variarlos.  Y eso está perfecto.  Nos dimos permiso de ajustar de camino. ¿Vos te das permiso de ajustar la ruta de camino? ¿O ya encaminada no hay nada que te haga salirte del camino?  Yo estudié Derecho, pero quién dice que necesariamente tengo que ejercer. ¿Quién dice que no puedo cambiar de ruta? ¿Quién dice que vos no podés cambiar de ruta? ¿Tomar nuevas y mejores decisiones para vos? Mmmm. El Poder de Elegir siempre está en vos.

 

El proceso de construir/esculpir toma tiempo.  ¡Cómo cuesta tener paciencia!  Todo tiene su tiempo.  No nos podemos desesperar ni con el proceso ni con nosotras mismas. Estaríamos tirando la toalla muy pronto. Las cosas son lo que son. Tardan lo que tardan.  Es importante entender que las cosas se pueden atrasar. Que muchas veces algo que hicimos, hay que deshacerlo para hacerlo mejor. Y eso también está bien.  Siempre digo que Dios nos pone a prueba en lo poco, para mostrarnos y ponernos luego sobre lo mucho.  Por eso, no despreciemos lo poco o lo lento. Aprendamos a agradecer cada paso y las personas que han contribuido a ese lugar del proceso donde nos encontramos. Los tiempos de refrigerio llegarán. ¡Te lo aseguro!

 

La Actitud lo es TODO.  La actitud ante lo que nos pasa define todo. No todo es malo. Malo es no tener buena actitud y ver todo como una tragedia. Jajaja. Ahí sí estamos fritas.  Siempre lo digo en el Curso Despertando la Música en Mí, 10% es lo que nos pasa y el 90% es cómo decidimos ver lo que nos pasa.  Por ejemplo, mientras te escribo este post, me acabo de dar cuenta que una parte del rodapié de la casa pareciera estar dañado por humedad. Puedo sentarme a llorar, puedo estresarme, puedo pensar todo el tiempo que va a tomar arreglar eso… En fin, pasó y es la realidad. Si peleo con la realidad… ¿de quién es el problema?  Ajá… adivinaste.

 

Los Ángeles están en TODO LADO.  Como a 1 mes de terminar la construcción, uno de los constructores salió a buscarme antes de irme y me habló de Dios. Me habló de cómo Jesús es la pieza principal de la construcción. Esa primera piedra. De cómo nos ama. De cómo lo que yo estaba construyendo no era solo una casa, sino un hogar para mi familia.   Fue un Ángel. Y le agradecí profundamente que se acercara a mí con esa sonrisa, esa humildad, y esos folletitos que me regaló para mí y mi familia.  Esos Ángeles siempre están. Siempre llegan con mensajes que nos recuerdan algo. Siempre tenemos personas que actuán como Ángeles. Soplando aliento y fuerza cuando más lo necesitamos. Recordándonos cosas que en el fondo sabemos, pero vienen a recordárnoslo en los momentos precisos.  Siempre tenemos alguien que nos habla al oído.  ¡No dejemos de estar abiertas a esos mensajitos que vienen de formas tan inesperadas a veces!   Ese día, me monté al carro y no paré de llorar. Ese señor se acercó de forma tan especial, que siempre lo voy a recordar con mucho cariño. Mi Ángel de la Construcción.

 

Nuestra construcción también se hace en equipo.  Podemos construir solitos, pero tomará más tiempo y experiencia.  Aprovechemos las curvas de crecimiento y conocimiento de los demás para nuestro beneficio. Aprendamos y apoyémonos. En los temas de la casa y la acomodada de los muebles, eso para mí es mi parte favorita. Pero he aprendido a hacerlo en equipo. Tomo en cuenta las opiniones de Alfredo cuando son buenas y otras veces pensamos distinto.  Pero es la casa de nosotros dos y de las chicas.   Ellas también han dado su opinión sobre qué se ve mejor y qué no. La Construcción per se es la unión de un montón de personas que cada una domina su arte. Cada quien haciendo lo que sabe hacer en conjunto con el resto. Como una orquesta. Unos entran primero y otros después, pero todos son parte de la misma canción, de la misma obra.   Así somos nosotras.  Muchas veces nos esculpimos gracias al esfuerzo no solo de nosotras, sino de personas que hemos buscado o han llegado a nuestra vida a hacernos ver cosas de nosotras que desconocíamos o no había como verlas antes de que esas personas llegaran.  Esculpir nuestra propia obra se hace mejor en equipo y acompañados de personas que también están poniendo esa milla extra para ir paso a paso en ese esculpir.

 

No tenemos que conformarnos con algo que no está como queremos.  Tenemos el derecho de cambiarlo, sustituirlo.  Porque no somos un árbol. Podemos cambiar nuestras decisiones.  Algunas con un precio asociado. Durante el proceso constructivo hicimos varias “órdenes de cambio” que obviamente tenían un costo asociado.  Pero para nosotros era importante esa inversión y ese cambio para realmente aprovechar o disfrutar más y mejor de ciertos espacios.   ¿Te pregunto? ¿Te estás conformando con alguna parte de tu vida que no está como querés? ¿Hay algo que has creído que no puede cambiar o que hay que dejarlo como está?  ¿A qué precio estás creyendo eso? To think about…

 

El Resultado es súper importante, pero lo más importante es quién nos convertimos en el proceso, qué tan agradecidas fuimos de camino, cómo permitimos que otros nos aportaran y guiaran y cómo tratamos a todas las personas que teníamos alrededor. El resultado pareciera a lo que le apuntamos… pero en realidad es el proceso el que transforma.  El proceso es el que nos da herramientas, el proceso nos enseña sobre la vida, sobre nuestro compromiso, nuestra paciencia, nuestras ganas, nuestra determinación, nuestra persistencia.    El Resultado Final es importante abrazarlo, pero reconociendo que el proceso fue el que nos llevó hasta ahí.

 

 

Lo intangible es súper poderoso. Construir casas y esculpirnos a nosotras mismas no es tarea fácil. Pero puede ser de los proyectos de vida más importantes que podamos hacer. Estamos construyendo algo que va más allá de lo tangible.  Estamos construyendo algo intangible. Un hogar, nuestra mejor versión.

 

De alguna forma, la mayoría de procesos se sienten como el crecimiento del Bambú Chino. Lento lento… pero sí están pasando cosas por debajo de la tierra. Sentimos que queremos tirar la toalla, pero el reto está en permanecer.  Creciendo y expandiéndonos en los tiempos de ESPERA.  Manteniendo la mirada en el premio final, pero siempre agradeciendo como el camino y el proceso nos va transformando y haciendo más fuertes y valientes. Aprendemos a no pegarnos en los desfíos, el estrés, la comparación y el ruido externo. Cada proceso es único e irrepetible. El proceso es tuyo.  Y es un REGALO.

 

Hoy te quiero invitar a que abracés todas tus obras de arte. Las que construís y edificás hacia afuera y la gran obra que esculpís por dentro. ¡Abrazá con todas tus fuerzas la obra que ya SOS!

 

 

 

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